Tan solo en el año 2017 la temperatura media en la superficie terrestre superó en 1.1ºC la temperatura de la era preindustrial. Asimismo, se espera que las temperaturas sigan aumentando en los próximos años, pudiéndose alcanzar niveles extremos para el 2022.
Todo esto debido al cambio climático.
Pero, ¿qué es el cambio climático?
El clima, de manera natural, cambia constantemente en el planeta. Sin embargo, ciertas actividades humanas y la contaminación ambiental, pueden alterar la composición de la atmósfera. Como resultado, se provoca que estos cambios sean cada vez más extremos.
Uno de los principales indicadores del cambio extremo en el clima es el aumento de la temperatura promedio de la Tierra. Según las estimaciones de los científicos, el cambio climático se considera peligroso cuando el aumento de la temperatura media de la superficie global alcanza los 2ºC. Cifra a la cual nos acercamos peligrosamente.
Sus causas
Aunque las causas del cambio climático son muchas y muy variadas, una de las más importantes se vincula al aumento en la concentración de los Gases de Efecto Invernadero (GEI). Entre ellos se encuentran el dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), vapor de agua (H2O), ozono (O3) y óxido nitroso (N2O).
Según datos de la WWF, México contribuye con el 1.68% de las emisiones de GEI globales. También señala que, en el país, las principales fuentes de emisiones son el transporte, la generación de electricidad y la industria.
¿Hay algo que hacer?
Aunque pareciera que en nuestras casas es mínimo el impacto que se pueda hacer, debemos recordar que cada pequeña acción cuenta. Por eso, a continuación, te presentamos algunas ideas para cuidar el ambiente.
Las 3 R’s
Una estrategia originalmente utilizada para crear mejores hábitos de consumo, también puede ayudar a combatir el cambio climático al disminuir los residuos y la energía que se utiliza para deshacerse de los mismos.
Las 3 R’s consisten en:
- Reducir: en este paso se pretende disminuir el consumo de materiales que puedan contaminar el ambiente, como los plásticos de un solo uso.
- Reusar: con esto se pretende alargar la vida útil de un objeto, ya sea reparándolo para que siga cumpliendo con su función original, o modificándolo para que haga algo nuevo. De esta manera se pretende bajar la producción de cosas innecesarias, al mismo tiempo que se ahorra algo de dinero.
- Reciclar: se basa en tratar los desechos con el fin de obtener nuevos productos, preservar materiales potencialmente útiles y evitar así el daño medioambiental que conlleva su eliminación. El primer paso, que se lleva a cabo en los hogares, consiste en separar la basura de acuerdo a los materiales de los que este hecho.
El Transporte
Como lo vimos con anterioridad, uno de los principales emisores de GEI es el transporte.
Se calcula que, por cada litro de combustible que quema el motor de un coche, se libera una media de 2.5 kilos de CO2. Además, con cada kilómetro que se aumenta la velocidad, también aumenta considerablemente el CO2 y el gasto de gasolina.
Por otro lado, revisa siempre la presión de los neumáticos, porque si baja 0.5 bares, el coche consumirá un 2.5% más de combustible y, por tanto, liberará un 2.5% más de CO2.
Otras acciones que puedes tomar son:
- Usar el transporte público.
- Viajar en bicicleta para recorrer distancias cortas.
- Compartir el coche.
- Si tienes que cambiar tu auto, investiga los modelos eléctricos o híbridos. Si no te convencen (ya sea porque donde vives no tiene la infraestructura necesaria para su mantenimiento, o porque la batería resulta ser muy contaminante), busca modelos cuyas emisiones sean controladas (algo que la mayoría de los nuevos modelos debe de cumplir).
Acerca de la comida
La agricultura es responsable de la producción de una cuarta parte de los GEI. Por ello también hay que cuidar las frutas y vegetales que se consumen. Procura comer alimentos de temporada, para evitar modos de producción menos sostenibles. También es bueno revisar el origen de los mismos, pues los productos locales necesitan menos gasto en transporte, lo cual también implica una menor producción de GEI a comparación con los productos importados. Y solo compra lo que necesites. Se calcula que la tercera parte de toda la comida en el planeta termina en la basura, lo que se traduce en 3.3 mil millones de toneladas de CO2.
Por otro lado, la ganadería es otro de los grandes emisores de GEI, produciendo el 14.5% del total global. Por ello, se recomienda disminuir el consumo de carne y productos lácteos. No se trata de eliminarlos por completo de la dieta, pero sí de ser conscientes y consumir no más de lo necesario.
Ahorra energía
Otra de las fuentes importantes de GEI es la generación de electricidad. Por ello, podemos ayudar al ambiente disminuyendo el consumo de electricidad mediante las siguientes acciones:
- Utiliza focos de bajo consumo; esta simple acción ahorra más de 45 kilogramos de dióxido de carbono al año.
- Cuidado con los electrodomésticos. Apagar televisores, computadoras, celulares, tablets, etc., puede evitar que salgan a la atmósfera miles de kilos de CO2. Mejor aún si los desconectas, ya que muchos siguen consumiendo energía aún apagados, como los cargadores de celular y los microondas. En cuanto a la lavadora y el lavavajillas, procura usarlo solamente con cargas completas. Asimismo, el refrigerador y el congelador deben estar alejados de fuentes de calor, y solo se deben meter en su interior alimentos a temperatura ambiente; si metes alimentos calientes no solo gastará más energía para enfriarlo, en ocasiones también comprometerás el sabor y la calidad de los mismos.
- Usa agua fría. Calentar el agua requiere una gran cantidad de energía. Por ello es mejor darle preferencia al uso del agua fría. Si vas a lavar ropa o trastes, la mayoría de los detergentes son los suficientemente potentes para que puedas limpiar con agua fría o templada. A la hora de bañarte, favorece los baños cortos de agua caliente o templada; incluso darse un chapuzón con agua fría tiene sus beneficios para la salud.
Un regalo para el futuro
Por último, una simple acción que puedes realizar es simplemente plantar un árbol. Se estima que un solo árbol absorbe una tonelada de dióxido de carbono durante toda su vida. Y, después de todo, “plantar un árbol es creer en el futuro”.
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