¿Qué es AuREUS?
AuREUS (Energía Renovable de Aurora y Secuestración UV) es un nuevo material capaz de capturar la radiación UV del medio ambiente y convertirla en luz visible. Con ayuda de paneles solares, esa luz visible puede transformarse en energía eléctrica.
Así, AuREUS puede tomar un elemento que se encuentra en prácticamente cualquier lugar y generar energía. Pero esa no es la única razón por la cual se trata de un material sustentable. Porque, además, AuREUS es fabricado a partir de desechos de frutas y vegetales.
De hecho, las frutas y vegetales son el ingrediente secreto para el funcionamiento de AuREUS. Estos contienen compuestos orgánicos luminiscentes, que son las sustancias que se encargan de convertir las ondas UV de alta energía en ondas de luz visible de baja energía.
De esta manera, con el material base AuREUS se pueden frabricar otros dos materiales: Borealis Solar Window y Astralis Solar Wall.
A simple vista pueden parecer plástico de colores. Creados con resina, ambos pueden moldearse en diversas formas. Pero como el objetivo de Maigue es que sean utilizados en la construcción, cada uno tiene sus particularidades. Borealis Solar Window, como lo indica su nombre, está pensado para usarse en ventanas. Mientras que Astralis Solar Wall fue diseñado para sustituir las paredes de vidrio de los edificios modernos.
La idea detrás de AuREUS
Este gran invento se le ocurrió a Carvey Ehren Maigue, estudiante filipino de ingeniería, gracias a sus lentes fotocromáticas. Era un día nublado y con lluvia, pero a pesar de ello sus gafas se tornaron oscuras. Así se dio cuenta de que a pesar de que la luz solar no estuviera presente, había otra fuente de energía poco aprovechada: la radiación UV.
Recordó el principio por el cual se producen las auroras boreales y australes. En ellas, partículas de alta energías son absorbidas por partículas luminiscentes que re-emiten dicha energía en forma de luz visible, creando los famosos espectáculos de luces. Buscando la forma de aplicar dicho conocimiento para aprovechar la luz UV, descubrió que ciertas plantas contienen partículas luminiscentes similares a las que producen las luces de las auroras.
Así comenzó un largo camino para hacer su sueño realidad.
El camino para convertir una idea en realidad
Las cosas no fueron sencillas para Maigue. Tuvo que desarrollar procesos para extraer los compuestos luminiscentes, acoplarlos a una base que pudiese usarse como material de construcción y encontrar la forma de recolectar la energía almacenada.
De hecho, uno de sus primeros intentos fue rechazado entre los participantes a nivel nacional por el Premio James Dyson de 2018.
Pero esto no lo desanimó. Por el contrario, le dio el impulso necesario para buscar alternativas para crear su proyecto. Se dio cuenta que sería muy caro producir AuREUS a gran escala con el procedimiento y materiales de ese momento. Cambio su enfoque y logró hacer su nuevo material de manera barata y sustentable. Además de muy efectivo: con poca luz UV lograba generar una gran cantidad de energía.
Una energía mayor a la obtenida con cualquier panel solar disponible de manera comercial. Y esa era solo una de sus ventajas. Los nuevos paneles de AuREUS podían funcionar sin necesidad de estar dirigidos directamente al sol. Podían absorber luz UV en días nublados, incluso aquella que rebotaba en el suelo y las paredes. Esto permitía la creación de ‘granjas solares’ tanto horizontales como verticales. También abría la posibilidad de usar paneles solares en lugares donde la luz solar no penetra facilmente. Además, al absorber la radiación UV del medio ambiente, AuREUS puede contribuir a disminuir la contaminación producida por estos rayos, y a disminuir sus efectos nocivos en el ambiente y en la salud de las personas.
El Premio James Dyson
Así volvió a presentar su proyecto mejorado en 2020, año en el que se rompió el record de entradas al premio de la Fundación James Dyson. En esta ocasión no solo quedó entre los finalistas de su país. De hecho, ganó el máximo premio en la categoría de Sustentabilidad.
“Ganar el Premio James Dyson es tanto un principio como un final,” compartió Carvey Ehren Maigue a los medios, “Marcó el final de años de duda acerca de si mi idea tendría relevancia global. Quiero crear una mejor forma de energía renovable que utilice los recursos naturales del mundo, esté cerca de la vida de las personas, formando caminos alcanzables hacia un futuro sustentable y regenerativo”.
Por el momento, el premio de $40,000 dólares que le ha otorgado la Fundación James Dyson servirá para que Maigue se acerque más a su sueño de cambiar al mundo. Por un lado, planea invertir en equipo para mejorar el proceso de manufactura de AuREUS. El resto del dinero planea utilizarlo para poder graduarse de la universidad.
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