Hay quienes lo critican porque piensa que su acción fue premeditada para que fuera grabada y ganar la atención de los medios. Sin embargo, para el embajador holandés en Panamá, Dirk Janssen, es sólo una historia “inequívocadamente holandesa”, una muestra de un país igualitario. (¡Otros piensan que su esposa lo tiene muy bien entrenado con el mandil!).
Sea como sea, ¿cuándo veremos esa actitud de servicio en nuestros funcionarios públicos?
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