La idea del emprendimiento
Alejandro Souza se encontraba en Nueva York estudiando un posgrado extrañando el sabor de la comida mexicana, especialmente el sabor de los huaraches de maíz azul. Ahí pensó en por qué no había pizzas con esta deliciosa masa, en ese momento nació la idea de Pixza.
Pixza: Una pizza muy mexicana
Alejandro decidió que sus pizzas fueran únicas y muy mexicanas, por eso, se preparan con chapulines, chicharrón prensado, flor de jamaica, cochinita pibil, chorizo verde y rojo, mole poblanos, etc. En total son 22 diferentes sabores. La receta para la preparación de estos guisados le fue dado por Chayito, ¡la nana de su abuela! Así que tienen un sabor muy tradicional y casero. Además, utiliza sólo maíz mexicano (nada de importado) y orgánico que consigue de un lugar cercano a la Ciudad de México.
Alejandro Souza: un emprendedor social
Mientras estudiaba en Nueva York, Alejandro fue voluntario en un albergue para indigentes durante seis meses. Por lo que quiso añadir esta dimensión a su proyecto.
Se dio cuenta que él podía ayudar y ofrecer empleo a personas en situación de calle en la Ciudad de México, dándoles el debido acompañamiento y preparación. Creo un plan para eso:
“La ruta del cambio”
Primero, por cada cinco rebanadas de Pixza que se venden, uno adicional se regala a personas de la calle, pero para ello tienen que entrar en “la ruta del cambio”. Tienen que participar en dos voluntariados, después reciben un camiseta, un baño, un corte de pelo. Y así, hasta llegar a un diagnóstico médico y un curso de habilidades de vida. En ese punto se les ofrece un empleo formal en Pixza, que incluye un coaching personal para que puedan crear un plan de vida.
Finalmente, se les brinda apoyo financiero para que puedan abandonar el albergue y se termina en cursos profesionales y prácticos. Así, se le logra reintegrarlos a la sociedad restituyendo su dignidad e imagen propia y con las habilidades necesaria para enfrentar su nueva vida.
“La idea es que en espacio de un año aproximadamente chavos que estaban en un albergue tengan un trabajo, tengan un plan de vida, una vivienda personal y también tengan más educación y así puedan salir adelante y decirle adiós a Pixza y darle esa oportunidad a alguien más”
Ya hay 26 jóvenes “graduados” de este proyecto, cuatro de ellos ya llevan una vida independiente.
Si quieres comer bien y ayudar en una buena causa, no dejes de probar estas delicias en la Ciudad de México, en una de sus dos sucursales Córdoba 234, Roma Norte o en Liverpool 162B Col. Juárez.
Para conocer más:
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