Así son las mejores amistades. Y aunque nos llenen de confort, alegría y esperanza, no necesariamente van a durar para siempre.
Si no se aprende a ‘dejar ir’, lo que era dulce se puede amargar.
Aunque dé tristeza dejar ir el pasado, no hay alternativa. Pero siempre se puede disfrutar y recordar las memorias del pasado.
Dejar ir, cambiar, no es lo mismo que olvidar.
Esta es la lección que nos da el cortometraje animado Forglemmegei. Esta curiosa palabra es el nombre de una florecilla azul, y significa ‘no me olvides’.
Una entrañable historia de amistad, cambio, miedo y, finalmente, aprender a tener el valor de ‘dejar ir’, pero sin olvidar aquello que fue tan especial.
Un mundo de cuento
En lo profundo del bosque noruego, hay un anciano hombre, que tiene una tranquila y ordenada vida. Apartado del resto del mundo, él pasa los días a lado de su amigo de toda la vida, un trol. Juntos comparten la misma rutina diaria, bebiendo té y cuidando el uno del otro.
Pero un día, el trol comienza a dar señales de que ha llegado el momento para finalmente abandonar la comodidad de su hogar. No queriendo enfrentar las consecuencias de la realidad, el hombre se aferra a sus rutinas, tratando de mantener la tranquilidad de su vida diaria.
Una mañana, el trol ha desaparecido. Tratando de restaurar el orden en su vida, el anciano abandona su hogar para salir en busca de su amigo. Sin embargo, el resultado está lejos de lo que esperaba, encontrándose perdido en su propia mente, enredado en sus miedos.
En el momento más oscuro, el hombre se da cuenta que, para poder encontrar la paz, necesita aceptar la realidad y el destino de su querido amigo.
¿Te ha gustado? Entonces no te puedes perder el corto animado Kitbull, que cuenta la historia de una inesperada amistad entre un gatito callejero y un perro pitbull.
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