Consecuencias del estrés
Esta definición parece acertada aun cuando decimos ‘estoy muy estresado’; las presiones externas de la vida cotidiana parecen hacer mella en nuestro interior hasta que finalmente rompen con nuestro estado de salud, ya sea mental o emocionalmente, expresándose como ansiedad, depresión y/o irritabilidad, o físicamente, tomando la forma de problemas musculares, problemas estomacales, elevación de la presión sanguínea, mareos, migrañas, dificultad para respirar, dolores en el pecho, entre otros síntomas.
En efecto, el estrés puede tener graves consecuencias. Sin embargo, dosis pequeñas de este estado son naturales, incluso benéficas. El estrés en sí mismo es un estado de alerta, una respuesta del cuerpo para enfrentarse a situaciones que podrían considerarse degradables o peligrosas. El estrés quiere ayudarnos a sobrevivir. Pero cuando se siente demasiado seguido, sin descanso, y se acumulan estas respuestas, entonces vienen todos los problemas que mencionábamos anteriormente.
Aprender a controlar el estrés
Otra forma de hacerle frente al estrés es disfrutar de una vida saludable. Un cuerpo fuerte y sano será menos susceptible a los químicos producidos por el estrés, por lo cual tener una buena alimentación, dormir adecuadamente y hacer ejercicio son elementales. También es buena idea realizar ciertas técnicas de relajación, ya que ayudan a disminuir el ritmo cardíaco y reducir la presión sanguínea.
Finalmente, mantén una actitud positiva y busca siempre el equilibrio. Tal vez no puedas eliminar las fuentes del estrés, pero si puedes decidir cómo responder ante él, y no derrumbarte a su paso.
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