La destrucción de la libre comunicación en las dictaduras
La calumnia en la vida cotidiana
Y en la vida ordinaria pasa lo mismo: si se quiere destruir a una persona, empiezo con la comunicación: criticar, calumniar, decir escándalos. Porque contar escándalos tiene una seducción enorme, una gran seducción. ¡Los escándalos seducen! Las buenas noticias no son seductoras: “¡Qué cosa más buena ha hecho!”. Y pasa… Pero un escándalo: “¿Has visto? ¿Has visto eso? ¿Has visto lo que ha hecho aquel? ¡Qué cosas! ¡No, no se puede seguir así!”. Y la noticia aumenta, y aquella persona o institución, aquel país acaba en la ruina. Al final, no se juzga a las personas. Se juzgan las ruinas de las personas o instituciones, porque no pueden defenderse.
Lapidar la verdad
La seducción del escándalo en la comunicación lleva directamente al rincón, a la esquina, es decir, te destruye, como le pasó a Nabot que solo quería ser fiel a la heredad de sus antepasados, no venderla. En este sentido, también es ejemplar la historia de San Esteban que da un largo discurso para defenderse, pero los que lo acusaban, prefieren lapidarlo antes que escuchar la verdad. Es el drama de la codicia humana. Tantas personas son destruidas por una comunicación perversa. Muchas personas, muchos países destruidos por dictaduras perversas y calumniosas. Pensemos por ejemplo en las dictaduras del siglo pasado. Pensemos en la persecución a los judíos, por ejemplo. Una comunicación calumniosa contra los judíos; y acababan en Auschwitz porque no merecían vivir. Oh… es un horror, pero un horror que sucede hoy: en las pequeñas sociedades, en las personas y en tantos países. El primer paso es apropiarse de la comunicación, y después la destrucción, el juicio, y la muerte.
El Apóstol Santiago habla precisamente de la capacidad destructiva de la comunicación perversa. Os animo a releer la historia de Nabot en el capítulo 21 del primer libro de los Reyes y a pensar en tantas personas destruidas, en tantos países destruidos, en tantas dictaduras de ‘guante blanco’ que han destruido países.
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