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5 increíbles regalos que los padres deberían darles a sus hijos

Imagen de una familia (mamá, papá y tres hijos) sonriendo

Los mejores regalos no tienen que ser materiales. Y estos son cinco regalos que todos los padres deberían darles a su hijos para que tengan una buena vida.

En cuanto nos convertimos en padres queremos darles a nuestros hijos el mundo. Si está en nuestra capacidad física emocional o financiera vamos a encontrar una manera de hacerlo. Compraremos el juguete de moda, el equipo deportivo más novedoso, y encontraremos las mejores escuelas.

Sin embargo, lo que es más importante es lo que sucede ‘adentro’ del mundo de nuestro niño.

Las cosas externas son simplemente la cereza del pastel en los fundamentos que les estamos regalando en casa.

  1. Esposos que se tratan bien el uno al otro.

Pareja desayunando juntos

La forma en que tratamos a nuestro esposo puede determinar la felicidad de nuestro hijo al largo plazo. Ciertamente tendrá un papel en su éxito en las relaciones. Sin embargo, este hecho pocas veces recibe la atención ‘parental’ necesaria.

Llenamos de amor a nuestros niños olvidando que el amor que nos mostremos el uno al otro será eventualmente su modelo a seguir.

Por lo tanto, se debe dar un valor increíble en tratar a nuestra pareja bien.

Los hijos salen al mundo y buscan lo familiar. Se van a sentir cómodos con aquellos que se asemejen a su familia de origen. De esta forma, lo más invaluable que podemos hacer por nuestros hijos es demostrar un gran amor y respeto por nuestro esposo o esposa. Esto incluye bondad, honestidad, disponibilidad, responsabilidad y generosidad, entre otras cosas.

¿Una pregunta importante a preguntarnos? ¿Cómo queremos que nuestros hijos sean tratados por su pareja en el futuro? ¿Cómo queremos que sean amados? Esto es lo que los padres deben de demostrar para asegurar que sus hijos sean bien tratados en sus relaciones.

  1. Mejorar la comunicación

Tanto las relaciones matrimoniales como las relaciones entre padres e hijos se pueden beneficiar de una mejoría en la comunicación.

Aprender este tipo de habilidades no solo alienta a una intimidad emocional más grande, sino que nos enseña cuando debemos escuchar y cuando debemos de hablar. También provee de una mayor visión de los sentimientos de nuestros hijos y cómo manejarlos. ¿Es un tiempo en el cuál quieren expresar sus sentimientos y no necesariamente arreglarlos? ¿Necesitan un tiempo para ‘ventilarse’? ¿Quieren soluciones? Y así.

Padres hablando con su hija

La mejor forma de mejorar la comunicación es buscando ayuda con un consejero familiar o de matrimonios. Leer libros al respecto puede ser de ayuda, pero no llaman la atención a comportamientos específicos que podamos tener y de los cuales no nos damos cuenta. Un factor crucial ya que la comunicación se da en dos vías.

Cuando aprendemos habilidades de comunicación valiosas podemos remover nuestros ‘egos’ personales y darles a nuestros hijos la oportunidad de sentirse comprendidos. Así hacemos de nuestro hogar un lugar seguro del mundo exterior y reducimos los conflictos internos.

  1. Entender los factores estresantes

Todas las personas experimentan estrés en algún momento, y ciertamente ser padres no ayuda a reducir sus niveles.

Es importante entender tres cosas: hay estrés que podemos controlar, existe estrés que no podemos controlar, y hay otra clase de estrés que es único para cada individuo.

Muchos estresantes domésticos están bajo nuestro control. Ten siempre algo guardado de los productos básicos para evitar quedarte sin pañales y/o leche a media noche. Llena rutinariamente el tanque de gas para evitar añadir estrés a una mañana desprevenida. En la entrada pon cajas o canastitas por cada miembro de la familia para poner llaves, papeles, credenciales, y otras cosas que necesiten al salir para prevenir el caos de las búsquedas de último minuto.

Es muy importante como padres entender el estrés que es único para cada individuo. Probablemente se deriva de nuestra propia infancia y, por lo tanto, puede causar un estrés aún mayor. Haz una lista de las tres principales. Si son las finanzas, o llegar tarde o salir de la ciudad, entonces haz un plan al respecto, como ahorrar dinero o salir más temprano, etc. Más importante, habla de esto con tu esposo y pide que respete estos factores en lugar de menospreciarlos. No necesitamos que nos convenzan de desechar nuestras emociones, y de la misma manera, debemos respetar los estresantes de nuestra pareja.

Como padres les debemos a nuestros hijos entender nuestros puntos de presión intrínsecos y reducirlos.

  1. Reduce las frustraciones

La vida es atareada y ser padres solamente aumenta más cosas a la lista de quehaceres.

Muchas veces avanzamos en piloto automático. Necesitamos detenernos lo suficiente para mirar el ‘equipaje’ que acarreamos en nuestra vida. El tipo de cosas que temporal e innecesariamente nos distraen, nos frustran y nos hacen querer desahogarnos.

Las cosas que dejamos sin atender porque la vida la familia y el trabajo nos mantienen preocupados en otras direcciones.

Canastilla con reloj, llaves, monedas...

Necesitamos parar lo suficiente para hacer una lista mensual de los eventos recurrentes de los que fácilmente podemos hacernos cargo. Esto también puede incluir una planeación para el mes. La vida está llena de ocupaciones por lo que tener a mano unas tarjetas de regalo para las fiestas de cumpleaños, tarjetas de felicitaciones para ciertos eventos, baterías extra para todos los electrónicos de la casa, etc. no es mala idea.

  1. Establecer límites

Queremos hacer todo por nuestros hijos porque así expresamos nuestro amor. Pero uno de los regalos más grandes que les podemos dar es un sentido de sí mismos y de auto-responsabilidad.

Mientras que hacer diariamente su lunch escolar o llevar su tarea a la escuela si la olvidan pueden sentirse como actos de amor, no necesariamente los empodera. Por el contrario, les da la sensación de que debemos de abandonar todo por ellos, les impide madurar y sentir la sensación de logro que acompaña a la responsabilidad propia.

Un infante se siente como niño grande cuando aprende a vestirse el solo, y un niño pequeño ve como un gran logro atarse las agujetas de sus zapatos. Los niños buscan esa auto-responsabilidad desde temprana edad.

Niño poniéndose los zapatos

Pero aún más importante, como dice el dicho, ‘estamos criando niños, no adultos’.

Un niño que continuamente olvida su tarea se convertirá en un adolescente que sigue olvidando su tarea, o que necesita constantes recordatorios.

Hay una forma de hacer esto menos doloroso tanto para el niño como para el padre. Podemos sentarnos con nuestro hijo y explicar que vamos a dejar que la tarea sea su responsabilidad. Sin recordatorios parentales. Podemos informar al maestro que vamos a dejar que el niño se haga responsable de su propia tarea en las siguientes semanas. En poco tiempo nuestro pequeño estudiante dejará de olvidar las tareas.

El mundo no es blanco y negro, y tampoco lo es la paternidad. En ocasiones vamos a tener que ir a la escuela a entregar una tarea, un proyecto, o un lunch olvidado. Sin embargo será la excepción y no la regla.

Estos son cinco increíbles regalos que podemos llevar a casa. También ayudan a disminuir el estrés y el conflicto en las vidas de nuestros hijos. Además, mejoran nuestra habilidad para mejorar como personas, y a su vez, convertirnos en los mejores padres que podemos ser.

Redacción Ubibene.org.

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